OPINIÓN | Para poder empezar a entender la historia de los Papeles de Panamá, debemos saber que el periodismo de datos o «data journalism» . Es la disciplina periodística que permite que los medios y profesionales de la comunicación pongan en conocimiento la información derivada de los datos. Esta información es más fiable y atractiva a su audiencia. Esto es gracias a que se apoya en enormes bases de datos que usan de estadísticas y herramientas para crear nuevas narrativas y apoyarse en la tecnología y el «Big Data«.
Un periodista que trabaja con datos procesa grandes cantidades de datos, considera los datos una fuente potencialmente poderosa y, por supuesto, analiza grandes cantidades de datos para llegar a hallazgos relevantes.
Normalmente, lo suelen hacer mediante la planificación desde la matriz («DataRakers«). También herramienas como la minería de datos (reportería o búsqueda de información) o la refinería de datos (limpieza de datos con herramientas). Otros factores son el análisis, cruce y verificación de los datos, la reportería de historias a partir de los datos (trabajo de campo) y la visualización de los datos («Data Viz«).
Esto es lo que han tenido que hacer periodistas de todo el mundo con Los conocidos “Papeles de Panamá”.
Papeles de Panamá
Todo empezó en la primavera de 2015. John Doe se puso en contacto con Bastian Obermayer, periodista del equipo de investigación del diario alemán Süddeutsche Zeitung. Tenía la intención de filtrar información comprometida que constituirían varios delitos. Se trataba de casi 12 millones de archivos, unos dos y medio terabytes de información procedentes de un famosos despacho de abogados, llamado Mossack Fonseca. Este despacho era uno de los despachos más grandes del mundo que se dedican mantener en secreto a sociedades que realizan operaciones en paraísos fiscales y a las cuentas bancarias que tienen asociadas
Ante tal cantidad de datos, los periodistas se dieron cuenta que si querían aprovechar al máximo el ingente volumen de información tenían que compartir ese material para hacer una investigación de alcance mundial.
Decidieron compartirlo con el consorcio general de periodistas de información. Así, su unidad de periodismo de datos podía tratar, estructurar y analizar los 11,5 millones de documentos. Estos documentos llegaron todos en diferentes formatos, y había que adaptarlos para que fueran accesibles y así los periodistas pudieran trabajarlos. El ICIJ tenía la experiencia y el conocimiento de tratar el mundo de los paraísos fiscales, y para que fuera el Consorcio el que coordinara la investigación más grande de la historia.
¿Qué supuso para el periodismo de datos este caso?
Era una tarea complicada y larga el poder descifrar toda la cantidad de datos que se tenía entre manos. En mi opinión, los periodistas se encontraron con una situación bastante inusual para la profesión. Se tenía la información pero resultaba imposible ponerla en conocimiento de la sociedad. Para ello se trazó un plan de trabajo cuyo aspecto fundamental era la cooperación entre todos los periodistas que tenían la labor de descifrar los datos.
Los pilares fundamentales
La jerarquía considero que era fundamental para garantizar una colaboración eficaz y construir confianza. El objetivo principal era otorgar a cada medio la soberanía para investigar lo que considere oportuno. La condición era que siempre se compartieran los hallazgos y no se los guardasen en un cajón para su propio consumo. Así, crear la confianza día a día. También, establecieron una persona de confianza para entrenar a los medios en la seguridad de las comunicaciones y los archivos, ayudarles en sus dudas tecnológicas y guiarles en cómo compartir la información con el resto del equipo.
Los datos son la pieza clave en esta historia, por lo que lo primero que se hizo fue clasificar los datos y desechar los que no aportaban nada. Tras limpiar y organizar la información, se pusieron en funcionamiento varias plataformas al servicio de todos los medios que trabajaban en el caso. Una de las plataformas servía para consultar la documentación mediante algunos buscadores como «Blacklight» o «Linkurious«, que sirven para proyectar gráficos de relaciones y permiten comprender con mayor facilidad los difíciles vínculos que tienen las redes offshore y sus beneficiarios.
Claves de éxito
Los papeles de Panamá supusieron una revolución periodística y social de primera categoría. Durante semanas todos los telediarios abrían con sus nuevas investigaciones, y las consecuencias no tardaron en notarse. Desde dimisión de ministros del gobierno, como José Manuel Soria, hasta estrenos frustrados, como el de Pedro Almodóvar.
La colaboración fue posible creando una red social, «Global I-Hub«, con la función de que los periodistas se comunicaran diariamente. Es algo parecido a «Facebook» donde se podían crean grupos para trabajar, foros, también par enviar mensajes internos o para subir archivos. Esto facilitaba que cualquier periodista de cualquier parte del mundo pudiera compartir sus hallazgos.
La seguridad es una de las piezas más frágiles de cualquier investigación periodística de este tipo, en este caso debido a la gran cantidad de personas que trabajaban en la investigación de los Papeles de Panamá. Se exigieron medidas básicas como no utilizar el teléfono móvil para hablar sobre la investigación. Otros como abrir las plataformas cifradas, archivos sensibles… En cafeterías o aeropuertos con red wifi compartida, siempre usar correos electrónicos y sistemas de mensajería instantánea encriptados. También se recomendó usar herramientas de cifrado para ocultar el acceso a documentos, y comunicar urgentemente el extravío o el robo de un dispositivo electrónico. Uno de los aspectos más difíciles de los Papeles de Panamá, fue que un grupo de 400 periodistas pudiera mantener el secreto de la investigación durante un año.

«Sin las TIC, el periodismo de datos no sería posible»
Alexia Frunteanu, periodista en medios como «Movistar+» (Telefónica Audiovisual Digital), o «VinylRoute», opina que casos como el de los Papeles de Panamá no hubieran sido posibles sin el avance de las Tecnologías. Basa su opinión en que: «nos dan las herramientas necesarias para poder llevar a cabo esta tarea«. En mi opinión, las tecnologías han llegado para quedarse, y es algo de lo que debes estar aprendiendo día a día. Estoy seguro que si los Papeles de Panamá hubiesen salido a la luz en 2023, la manera en la que se hubiera llevado la investigación sería totalmente diferente.
Otro de los puntos que destaca Alexia, es la gran cantidad de periodistas que se necesitan para llevar a cabo este tipo de investigaciones. Algo que me lleva a preguntarme si las tecnologías hubieran hecho posible que en 2023 la cantidad de periodistas necesarios para llevar a cabo la investigación sería la misma que fue en 2015 o menor.
Alexia, conoce de primera mano el cómo es manejar este tipo de datos. En su opinión uno de los grandes avances del periodismo en los últimos años es precisamente el periodismo de datos. Una gran parte de su trabajo como periodista, ha sido interpretar artículos apoyándose en el periodismo de datos, y asegura que: «la labor de un periodista se resume en contar historias basadas en datos»
En definitiva, esta claro que los papeles de Panamá han supuesto un referente próximo en el periodismo de datos. Han pasado 7 años desde que salió a la luz, y seguramente, a la medida que la sociedad avance, los métodos de trabajo cambien y las tecnologías se desarrollen. También surgirán nuevos trabajos de periodismo de datos, que supondrán precedentes como han hecho los papeles de Panamá.
Acerca del autor
¡Hola! Soy Alejandro Nieto, estudiante de Periodismo y trabajo como Social Media Manager en varias empresas líderes del sector turístico. Me apasiona la comunicación en redes y la parte de montaje y locución de vídeos cortos.