OPINIÓN | Las redes sociales han revolucionado la manera de comunicar en el siglo XXI. Con el uso de estás aplicaciones, los usuarios pueden actuar como emisor y receptor en la elaboración de información y noticias. El impacto que han generado las redes sociales en cuanto a alcance, visibilidad y repercusión mediática, ha provocado que aumente la desinformación y el número de fake news y bulos.
Este problema no ha parado de crecer, y por ello algunas redes sociales están actuando a través de filtros y medidas para solucionar o limitar el problema. Facebook es la red social que más actúa para controlar las fake news, ya que con el anonimato en internet, la información se está convirtiendo en una herramienta peligrosa para la sociedad.
Hay diferentes medidas para controlar las fake news en la red social Facebook. Eliminar las cuentas falsas es una medida muy efectiva que realiza la propia red social. También realiza estudios de verificación para comprobar la veracidad de las noticias que se difunden en la aplicación y minimizar su distribución para evitar la desinformación.
Aún así, la responsabilidad de no distribuir noticias falsas o bulos recae en cada uno de nosotros. Algunas de las maneras para detectar las fake news son a través del vocabulario, de los enlaces o noticias que hay alrededor de la noticia, el contexto gráfico, o la URL.
También hay que tener en cuenta el aumento de consumo de las redes sociales, provocando que los bulos y noticias falsas se distribuyan con mayor facilidad. Según el estudio de redes sociales 2022 de IAB Spain y Elogia, WhatsApp y Facebook siguen siendo desde el 2014 las redes sociales más utilizadas. Algunas de estas redes son Instagram y Tik Tok, que siguen aumentando el número de usuarios respecto al último año.
Estas nuevas redes sociales han provocado que se modifique la manera de comunicar y de informar. Donde la inmediatez, la versatilidad y el alcance de estas plataformas son peligrosas para la desinformación y para la profesión del periodismo.

Un aspecto importante en las redes sociales como Twitter, Facebook o Instagram es reconocer al emisor de la información y la credibilidad de su cuenta de usuario. Por ello, el verificado de usuario de las redes sociales es una herramienta útil para evitar las fake news.
Normalmente las cuentas con verificación tienen mayor credibilidad que las cuentas que no lo tienen. El motivo por el cuál, las cuentas con verificación no suelen difundir fake news o bulos, es porque la repercusión y las consecuencias a nivel mediático son mucho más grandes que sí lo realiza una cuenta que no tiene verificación.
Rodrigo Herrero, licenciado en periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos, utiliza sus redes sociales para informar y dar su opinión en temas de interés. Él nos explica las consecuencias de las fake news en las redes sociales para su profesión.
La posibilidad de que una fuente con verificado difunda un bulo es mucho más difícil. Identificar la procedencia del portal o el origen de la noticia es fundamental, y por ello algunas páginas web como lookup.icann ayudan a comprobarlo. La estructura de la noticia con errores gramaticales, o tener cierto toque de humor son señales o evidencias de fake news.
En 2016, Facebook fue señalada por difundir todo tipo de noticias falsas durante la campaña electoral a la presidencia de EE.UU. y en el referéndum del Brexit para alterar el desarrollo de estos acontecimientos. Ahora, en el último año, se han puesto filtros en varias redes sociales. Facebook, para evitar lo del año 2016, ha implementado un filtro donde antes de compartir la noticia aparece el “léelo primero”, para verificar la información, pudiendo leer la noticia del artículo. Este filtro fue aplicado anteriormente en la red social Twitter, para no fiarnos siempre de los titulares que vemos.
Otra medida que esta aplicando Facebook es la inclusión de tres verificadores, maldita.es, Newtral y la agencia AFP, que chequearán los contenidos en español con el objetivo de reducir hasta en un 80 por ciento la circulación de noticias falsas en está red social.
En otras plataformas más audiovisuales como YouTube, ciertos temas fueron prohibidos para evitar la desinformación. El ejemplo más claro es en la pandemia del COVID-19, donde se desmonetizaron los vídeos que incluyesen o apareciese la palabra COVID-19 o la difusión de noticias acerca de la situación sanitaria del mundo.
Estas medidas que se están aplicando en las redes sociales, no están siendo del todo eficaces. El miedo a la desinformación ha ido aumentado en la sociedad, y por lo tanto comprobar el contenido de la información y la fiabilidad de la fuente, a día de hoy, es algo básico para evitar noticias altamente peligrosas.
El docente de la URJC Samuel Calle Mendoza, investigador y especializado en las redes sociales, explica la efectividad de las medidas.
En el 2020, la Policía Nacional también compartió una guía para evitar la manipulación de las fake news, ya que, en ese año, tras la pandemia, los bulos y noticias falsas se difundieron rápidamente por las redes sociales.
En esa guía mostraban cuatro pasos. El primero era googlear, hacer una búsqueda rápida puede dar respuesta sobre la fiabilidad de su contenido. Después de contrastar, acudir a las fuentes oficiales de la forma más rápida y segura. También sospechar de cualquier imagen, logo o sello que intente hacer la noticia oficial y no lo acredite. Y, por último, conocer quién ha sido el emisor.
También, las redes sociales y las nuevas tecnologías han cambiado la manera de informarse y por lo tanto, la manera de comunicar en los periodistas. El AIMC presentó en el 2021 su estudio general de medios, donde indicaba que Internet es el único canal en mejorar su consumo frente al 2020, liderando el ranking con 215,4 minutos diarios.
Al aumentar la tendencia de informarse a través de los medios digitales, para la profesión del periodismo también supone una revolución. Ahora los artículos, crónicas o reportajes se publican en internet para difundirse por las redes y llegar a más lectores.
David Castaño, periodista de ha10 y DonDiario, realiza crónicas y artículos que posteriormente se difunden en las redes sociales. David nos explica cuál es la estrategia de Marketing que utilizan los dos medios.
Aumentar las medidas y filtros para detectar con mayor rapidez y facilidad los bulos, es importante para disminuir la desinformación. Aunque se apliquen filtros o páginas verificadoras para eliminar las fake news, la responsabilidad de acabar con este problema recae en cada uno de nosotros, siendo conscientes de la repercusión que tiene y de verificar la información que difundimos por las redes.