ENTREVISTA | La curación de contenidos es todavía hoy uno de los terrenos profesionales más desconocidos. A pesar de que ya existen figuras, como las del community manager o el content manager, que se encargan de realizar las labores propias de un content curator o curador de contenidos, lo cierto es que muy pocas veces se reconoce lo que viene siendo la Content Curation. Con el objetivo de ir un paso más allá y entender cómo funciona la curación de contenidos, hablamos con Javier Guallar, editor, documentalista, content curator y profesor de Documentación y Comunicación en la Universitat de Barcelona y en la Universitat Oberta de Catalunya.

Javier Guallar ha sido coautor del primer libro sobre la curación de contenidos en España, un proyecto que sacó adelante de la mano de Javier Leiva y en el que expone el método de las 4S’s (Search, Select, Sense Making, Share) como modus operandi para la Content Curation.
¿Qué te llevó a interesarte por la curación de contenidos? ¿Cómo fueron tus primeros pasos en este campo?
En la primavera del 2013, Javier Leiva y yo decidimos escribir conjuntamente un artículo sobre una nueva especialidad profesional relacionada con la información en internet de la que se estaba empezando a hablar. Nos llamaba la atención mucho y había pocas cosas escritas en español.
En las semanas siguientes, nos sumergimos en todo lo que se había publicado hasta entonces. Nos fuimos entusiasmando y decidimos que la cosa daba para un libro y que teníamos la oportunidad de que fuera el primero en español sobre el tema. Durante el verano, lo escribimos; y la editorial UOC publicó en otoño El content curator. Guía básica para el nuevo profesional de internet. Para lanzar el libro, hicimos la web y blog loscontentcurators.com y empezamos a impartir talleres y a hacer consultoría. También lanzamos un segundo libro muy práctico: Las 4S’s de la content curation.
«Nos fuimos entusiasmando y decidimos que la cosa daba para un libro y que teníamos la oportunidad de que fuera el primero en español sobre el tema»
Esos años fueron mi primera etapa con la Content Curation, una etapa muy intensa en la que Leiva y yo impartimos bastantes horas de formación a profesionales en toda España (y algo en Latinoamérica) y asesoramos a varias organizaciones. Posteriormente, me he ido centrando más en el ámbito académico como profesor de la Universidad de Barcelona y colaborador de otras universidades. Actualmente, alterno la divulgación y la formación a profesionales con la docencia universitaria en grados y postgrados, y con la investigación académica sobre curación de contenidos.
En España al menos, la figura del Content Curator no está especialmente reconocida. ¿Cuál crees que es el futuro de este profesional en el mercado laboral? ¿Crees que ha evolucionado algo desde que escribiste, junto con Javier Leiva-Aguilera, El content curator y Las 4S’s de la Content Curation?
La curación de contenidos es una actividad muy frecuente en diferentes tipos de empresas y sectores; si bien, es poco habitual que exista en las empresas un profesional dedicado exclusivamente a ello y que se llame content curator. Eso sucede o en empresas muy grandes o en algunas muy especializadas en los contenidos digitales. Lo más habitual es que las labores de curación de contenidos las hagan profesionales híbridos, que hacen diversas cosas, o bien otros perfiles, como los de content manager, community manager o social media manager.
También, en sectores concretos, como por ejemplo periodismo, muchos periodistas hacen content curation a diario; si bien, solo algunos se llaman a sí mismos curadores. En suma, se llamen como se llamen, una gran cantidad de profesionales de la información y la comunicación digital realiza curación de contenidos en su práctica profesional con mayor o menor intensidad.
La Content Curation a menudo se sitúa exclusivamente en el ámbito del Marketing. ¿Qué piensas sobre esto? ¿Dónde ubicarías tú la curación de contenidos?
La curación de contenidos nació en el sector del marketing digital porque el creador del concepto, Rohit Bhargava, es profesor y profesional del marketing. En este sector, la content curation es fundamental y tiene una clara utilidad en una estrategia de marketing de contenidos, por ejemplo.
Más allá de un enfoque de marketing, siempre que una empresa, entidad pública, profesional o una persona privada (como marca personal) publique contenidos regularmente en internet, en pocos casos podrá prescindir de la curación de contenidos. Mejor o peor, poca o mucha, algo de curación de información deberá hacer. Puedo ir desde una empresa o asociación que habla de las novedades de su sector, hasta una biblioteca que informa a sus usuarios, o un profesional que se quiere dar a conocer en internet y mostrarse como experto en su temática. La curación les puede ayudar mucho en esos objetivos.
Por tanto, la ubico en cualquier sector y en cualquier enfoque que publique contenido en internet. De todas formas, no hay que olvidar que también tiene una utilidad a nivel interno: mantener informados a los miembros de una organización de las novedades de su sector.
«Una empresa, entidad pública, profesional o una persona privada, en pocos casos podrá prescindir de la curación de contenidos»
Las 4S’s que propusisteis Leiva-Aguilera y tú en una aproximación a la Content Curation, ¿cómo surgieron? A día de hoy y con la experiencia de los años, ¿añadirías algo más al libro que escribisteis?
Las 4S’s es nuestro método de hacer curación de contenidos y nació a partir de la destilación de nuestra síntesis de los primeros métodos que diversos profesionales habían propuesto en esos primeros años de la content curation. Lo llamamos 4S’s, buscando una denominación en inglés fácil de recordar e identificar, por las siglas de las cuatro fases del proceso (Search, Select, Sense making, Share).
A día de hoy claro que añadiría cosas y, de hecho, sigo añadiéndolas. La base de la content curation, que es la estrategia y el método, está en nuestros libros, pero luego hay otros matices para ir perfilando y mejorando. Un ejemplo: últimamente me interesa mucho definir y perfilar las diferentes técnicas posibles para aportar valor o sense making a la curación, como las de Resumir, Comentar, Citar, Paralelizar, etc. De esto, por ejemplo, que apenas se trata en el libro, lo trato en artículos en revistas o en posts del blog, como este último que acabo de publicar: Técnicas de curación de contenidos.

¿Cómo crees que afectan las redes sociales al flujo de información hoy en día? ¿Ayudan al periodismo, lo destruyen, lo hacen evolucionar…?
Las redes sociales condicionan completamente desde hace ya unos cuantos años la información y la comunicación online. Cómo se crean y cómo se consumen contenidos e información e internet está absolutamente marcado por unas cuantas marcas que no son precisamente las marcas de los medios periodísticos, y se llaman Google, Facebook, etc.
Las plataformas tecnológicas han llegado a un nivel de expansión tal que no se pueden obviar, estés en el sector que estés. Por supuesto, esto vale también para el periodismo y los medios. Tradicionalmente, la relación entre medios periodísticos y redes sociales no ha sido fácil y se ha caracterizado por una constante fricción, ya desde los orígenes de los medios sociales. Ahora, el poder de las grandes plataformas sociales ha llegado a ser tan enorme que, en muchos casos, la dificultad para los medios es mantener una independencia y una línea propias sin dejarse condicionar por ellas. El ejemplo del hundimiento de los medios millenials como Playground en España en 2019 tras el simple cambio de algoritmo de Facebook es quizás el ejemplo más elocuente de ello.
En la actualidad, vivimos en un ecosistema mediático digital absolutamente diverso y fragmentado. Con nuevos medios y plataformas subiendo fuerte muy rápidamente, como Twitch, TikTok y quizás ClubHouse. El periodismo y los medios deben aprender a convivir con ello y a actualizarse continuamente. Por ejemplo, el actual boom de las newsletters periodísticas (por cierto, un excelente canal para la curación de contenidos) es una muy buena respuesta de los medios a necesidades actuales de las audiencias. En este caso, se trataría de un producto que ofrece al público una información finita, que tiene un principio y un final, con una periodicidad determinada y con enfoque personal. Con eso, se diferencia del flujo informativo constante de los timelines de las redes sociales, un flujo que se nos muestra ordenado de manera caprichosa por unos algoritmos que no controlamos.
«Muchos periodistas hacen content curation a diario; si bien, solo algunos se llaman a sí mismos curadores»
Además de la entrevista, la visualización del siguiente vídeo (correspondiente a la VII Jornada Profesional de la Red de Bibliotecas del Instituto Cervantes) también ayuda a entender, de una forma más profunda, la curación de contenidos.