OPINIÓN | El internet de las cosas, o Internet of Things (IoT) en inglés, está modificando la manera de contar la actualidad y las herramientas para poder crear un buen relato. Pero, ¿qué es el IoT? y, sobre todo, ¿cómo funciona este movimiento en el mundo del periodismo? Según Giullia Piaia (2019), es el “futuro del análisis y procesamiento de datos, un mundo de objetos”.
Y es que ya lo dice Pablo Reyes, en 2023 tendremos cerca de 30 billones de objetos inteligentes, de los cuales, entre el 30 y el 50% de ellos serán objetos IoT, según un informe de Cisco, la multinacional más grande en cuanto a nuevas tecnologías. Es increíble, ¿verdad? Hace unos años, no nos habríamos imaginado poder interactuar con dispositivos electrónicos en lugar de personas. Por ejemplo, hoy podemos hablar con Alexa, cerrar una puerta con un dispositivo móvil o saber cómo es la calidad del aire en algunos lugares cerrados.
El IoT y el Periodismo
Ahora respondamos, ¿cómo funciona el IoT en el mundo periodístico? Esta nueva forma de contar las cosas va desde la utilización de drones para dar información hasta el periodismo de sensores (glass journalism). Los drones ahora pueden ser muy útiles si queremos dar una información real de un lugar o pueden ser testigos de una guerra. Es más, en el actual conflicto entre Rusia y Ucrania, los drones están siendo las herramientas utilizadas por los ucranianos para vigilar sin riesgo las tropas enemigas. Estos objetos, aparte de poder ser utilizados como utensilio de vigilancia, también participan en el relato de noticias por parte de los cronistas. Poco a poco los drones irán captando más atención en el periodismo, ya que hemos visto que se ven como el futuro de gran parte de esta profesión.
El mundo de IoT será el futuro de la vida cotidiana, y el periodismo se irá adaptando, como ha hecho siempre, a todas las nuevas tecnologías que vayan surgiendo. En 2023 se prevé que 2 de cada 3 personas en el mundo tengan acceso a esta tecnología, pudiendo utilizar todos los objetos IoT de los que dispongamos en ese momento, más de 15 millones. Esto significa que casi todas las personas que no tienen acceso a internet ahora, lo tendrán el año que viene.
Lo bueno y lo malo del IoT
Las ventajas del internet de las cosas están claras, es un privilegio poder obtener información de forma rápida y en tiempo real. Además, el IoT produce ahorro energético, ya que los procesos de los que dispone se automatizan y se someten a un control exhaustivo. Por ejemplo, ahora podemos saber la climatización de un hogar, y gracias al IoT un objeto puede ”sentir” la temperatura del exterior y reflejarla en el interior del edificio donde se encuentre o, al contrario, adaptar una temperatura adecuada porque haga mucho frío fuera y se necesite un poco de calor en el hogar.
Pero el IoT no son todo ventajas. Debemos recordar que es una tecnología de datos y que no se encuentra cifrada, por lo que es muy fácil hackear el sistema o robar datos obtenidos a través de los objetos. Otro de los inconvenientes es que el IoT incide directamente en la conocida como “brecha digital”, es decir, existe una clara diferencia entre las personas que pueden acceder ahora a esta tecnología, y las que no se lo pueden permitir. Hay una clara distinción entre el entorno urbano y el entorno rural.
Está claro que el Internet de las Cosas ha llegado para no irse, así que, aunque tengamos algunas desventajas o dudas de como funciona este nuevo movimiento, debemos adaptarnos a él, a los cambios que se avecinan a la hora de contar las historias.