ENTREVISTA | Hoy en día están surgiendo nuevas vertientes del periodismo debido a la emergente digitalización. La agregación y curación de contenidos periodísticos, son dos de las manifestaciones más interesantes como parte de la hipermedialidad del periodismo.
El proceso de agregación consiste en reunir diferentes contenidos sobre un mismo tema a partir de varias fuentes, sin agregar valor añadido. Sin embargo, la función de un periodista de curación se basa en recopilar, filtrar y compartir contenidos de valor de terceras personas sobre un tema determinado. Además, trata de darle perspectiva según el valor que tiene y no se limita sólo a una fuente, sino que trata de hacer un análisis para ayudar en positivo a superar el ruido informativo que presenciamos en la actualidad.
Con el fin de indagar acerca de esta nueva herramienta, hemos entrevistado a Guillermo Azaola; periodista del periódico español 20 minutos y encargado de cubrir la actualidad política, social, empresarial y vecinal de Madrid. Graduado en Ciencias Políticas, Gestión Pública y Periodismo, nos ha compartido su conocimiento sobre varios temas, entre ellos la agregación y curación de contenidos periodísticos, el tratamiento de la información en la redacción del reconocido periódico español 20 minutos y los criterios de calidad y medición del éxito de la curación de contenidos, entre otros más.
Definición de esta nueva herramienta
Pregunta: Como periodista de un diario de información general, me gustaría saber cómo definirías la función de un curador de contenidos periodísticos hoy en día.
Tratamiento de la información periodística
Pregunta: ¿En qué te fijas a la hora de seleccionar los temas a los que dar mayor cabida y atención?
P: En el caso de utilizar contenido digital existente, ¿cómo adaptáis la información que queréis ofrecer a vuestro público desde la redacción del periódico en el que trabajas?
R: Bueno pues esta pregunta es muy fácil de responder en lo digital, porque hoy en día hay un mundo de posibilidades a través de la tecnología. Puedes poner vídeos, puedes conjugar las informaciones con fotos, con GIFs, con animaciones. Por lo general se pueden hacer un montón de cosas.
Ahora bien, en una edición empresa, ¿a parte de escrito qué podemos hacer? Pues en estos últimos años es interesante ver que por ejemplo se utilizan códigos QR. De esta forma el lector puede escanear ese código QR y acceder a ese mundo digital del que hablábamos antes. Entonces hay muchas posibilidades y se trata de ir avanzando y evolucionando y jugar con todas ellas.
A esto, Guillermo Azaola añade que la curación y la agregación comparten el mismo objetivo de reeditar contenidos existentes. La diferencia entre ambas es que la agregación es automática, a través de tecnologías, mientras que la curación se realiza de manera manual, por la práctica de un especialista.
Criterios de calidad y medición del éxito
P: Y a la hora de medir el éxito que tiene una noticia que has publicado en internet que previamente ha sido “curada”, ¿crees que se mide teniendo como referencia el impacto que genera en los lectores y lo viral que es?
P: ¿Qué medios crees que apuestan más por la curación de contenidos?
R: Hombre, hay algunos que han nacido para eso, se me ocurre neutral o maldita.es que son verificadores de datos, el “fact-checking” que tan popular se ha hecho.
Pero yo también diría que todos. 20 minutos por ejemplo, que es el que yo conozco, por extensión, otros compañeros y otros competidores que estoy y soy plenamente consciente que también curan contenidos. Deberían ser todos porque como decía al principio y siento si me repito mucho, creo que al final es la labor del periodista.
P: ¿Puede intervenir la audiencia en el proceso de curación de contenidos? ¿Por ejemplo a través de webs como Digg o Menéame donde se comparten contenidos que se someten a los comentarios y votaciones de sus usuarios)?
P: ¿Crees que las redes sociales son la vía perfecta para poder curar contenidos ?
R: Pues casi casi al revés puede ser. Muchas veces las redes sociales son el germen de que haya mucha información que sea falsa. De forma premeditada o no, hay gente que utiliza de una manera un poco espuria la red social. También con esto de que tiene que estar al minuto, que sale un montón de información, pues no nos da tiempo a contrastar. La red social se acaba convirtiendo en un vertedero de información que muchas veces es dificilísimo de manipular.
Pero bueno también es una fuente de información, quiero decir, a partir de las redes sociales podemos consultar muchos perfiles, podemos acceder a información y podemos utilizarlas a nuestro favor. Es interesante, es una pregunta en cualquier caso difícil de responder.
P: ¿Consideras que se ha perdido el espíritu crítico a raíz de los medios de comunicación?
R: No, no lo creo. Considero que los medios de comunicación y siempre lo he pensado, son también actores ideológicos. Es decir, hay una corriente que piensa que el periodismo debería ser lo más neutral posible. Yo entiendo que eso no se puede alcanzar, en un mundo idílico quizás, pero que al final cada uno tenemos nuestros valores y tenemos unas formas distintas de encarar los problemas. Entonces los periódicos no dejan de ser también espejos de formas distintas de abordar los problemas.
Por lo tanto, los medios de comunicación lo que tienen que hacer es despertar en el lector el espíritu crítico. Pero ya después hay un segundo tiempo. Hay un segundo ejercicio donde tiene que ser el propio lector el que contrasta información. Una vez ha leído un periódico y ha leído otro empieza a hacer su propia reflexión.
Así que a fin de cuentas lo que hace que se pierda este espíritu crítico es cuando nos quedamos solo con la primera información. Acudimos a ese periódico que nos pasa la mano por el lomo, que reafirma nuestros intereses. No hacemos esa segunda tarea que es tan importante, que es revisar otros periódicos y sobre todo pensar nosotros.
Por lo tanto, el periodismo de agregación y curación permite ir más allá del recuento de lo que dicen las distintas fuentes. También permite hacer un resumen que consiga combatir la desinformación, pero no por el lado de la verificación, sino por el lado analítico.