OPINIÓN | Móstoles es uno de los principales municipios madrileños y no solo en cuanto a densidad o número total de población. Esta localidad siempre se ha mostrado muy activa en cuanto a la actividad infantil y adolescente, presentando una gran infinidad de recursos en cuanto a su educación.
Desde el fútbol, al baloncesto, gimnasia rítmica, teatro o la música el ayuntamiento, siempre se ha mostrado muy activo a la hora de brindar a los más jóvenes cualquier tipo de oportunidad. Una de sus filosofías educativas ha residido en la de promover la proactividad infantil. Por ello Móstoles cuenta con una gran cantidad de pabellones, pistas deportivas o centros culturales.
Sin embargo, en una época donde la tecnología y sus posibilidades captan la atención de todos, los más pequeños no se libran de sus atracciones. La lucha contra el sedentarismo fuertemente promovido por la tecnología está a la orden del día. Pero el ayuntamiento de Móstoles se posiciona como un fuerte enemigo de la inactividad y con sus diversas opciones, son más que una opción real para todas las familias.
Contexto histórico
La evolución genética del ser humano ha llevado consigo una serie de cambios físicos e intelectuales que nos han servido para en parte, mejorarnos la vida y hacer de esta una estancia más divertida.
Con el paso del tiempo esas evoluciones intelectuales nos han llevado a diversos inventos o creaciones vitales para el transcurso de nuestra vida. Pero recientemente, de manera a priori no tan significativa y algo más subjetiva, hemos gozado del nacimiento de un elemento a través del cual gira una gran parte de la estabilidad o al menos del control de nuestras vidas. El Smartphone.
Como en todas las materias, siempre hay escépticos que sobre la catalogación del momento exacto. Sin embargo, la mayoría de los teóricos están de acuerdo en confirmar el evento que estamos a punto de tratar. El 15 de agosto de 1996 se lanza al mercado el Nokia 9000, dando así comienzo a una larga dinastía evolutiva. La marca finlandesa rompía el mercado con el que hasta ahora era el móvil más avanzado del momento. Este modelo tenía incorporado dentro del propio teléfono servicios de fax, mensajería, su propio navegador web e internet. Estas características, son las que posee cualquier Smartphone actual, pero debemos contextualizar la época y por aquel entonces, esto se trataba de una revolución sin igual.
Los primeros influencers
De esta manera podríamos confirmar al Nokia 9000 como el pionero e influencer del momento en cuanto a su categoría, ya que en el año 2002 se presenta la Blackberry más avanzada. La compañía canadiense creó un modelo inspirado en el finlandés que adoptó sobre todo el auge de su popularidad en la década de los 2010. Cabe destacar por supuesto que para los tecnológicos, toda esta evolución es nimia y difiere mucho de la efeméride más importante para ellos. Por supuesto, estamos hablando de lo que ocurrió el 9 de enero de 2007, día en el que Steve Jobs y su equipo mostraron al mundo el primer Iphone. Cualquier cosa que podamos sobre la influencia de Apple se queda corta, por lo que vamos a obviar el proceso conmemorativo y a centrarnos en lo importante.
Las redes sociales
Podríamos decir que desde la primera entrada “real” del Smartphone, el consumo de internet y sus posibilidades, se ha disparado. La denominada Generación Z ha sido el mayor foco de consumo de la tecnología en general. Y es que el asentamiento de los smartphones les ha propiciado de una gran cantidad de recursos tanto lúdicos como documentarios. La innovación tecnológica siempre ha sido defendida por sus máximos practicantes como una guía básica hacia el conocimiento y cierto es que nos da grandes posibilidades. Pero pocas veces se mencionó al principio las consecuencias de sus “daños colaterales”.
La posibilidad de poder optar a la interconexión mundial ha creado un peligroso y delicado vicio: las redes sociales. Las redes sociales mostraron su carta de presentación allá por el año 1997 y han ido desarrollando una evolución aplastante hasta llegar al punto en el que nos encontramos ahora. Actualmente tanto Twitter, Instagram, Facebook, Whatsapp y otras aplicaciones ya desaparecidas como Tuenti o Messenger han ido formando parte sobre todo de la vida de los adolescentes. Podemos afirmar de esta forma que las redes sociales llevan formado parte de nosotros desde hace 25 años. Si esto es así ¿Por qué es ahora cuando nos estamos planteando y juzgando la “productividad” de su existencia?
Interconexión; dos caras de una misma moneda
Bien. Jamás antes se ha tenido el recurso y la posibilidad de estar conectado a todo y con todos como la tenemos ahora. Esta gran ventaja, también crea grandes inconvenientes y debilidades y los mayores afectados son los más jóvenes y adolescentes. Recientemente en estos años, siempre se ha tenido el debate sobre cómo la educación puede afrontar este vertiginoso cambio. Sobre cómo y sobre todo cuándo, se deben aprovechar los recursos tecnológicos para que los más pequeños estén familiarizados con la tecnología. Tanto las redes sociales como internet o la globalización, parecen dos conceptos que van totalmente aunados de la mano. Pero a su vez, las redes sociales traen consigo la visibilización, uno de los temas más polémicos desde el punto de vista parental.
Las actividades culturales mostoleñas
En estas pasadas vacaciones de Semana Santa bajo la tutela del Ayuntamiento y la biblioteca central de Móstoles, así como con el permiso del colegio Alonso Cano tuve la oportunidad de acudir a sus famosas “colonias urbanas”. Agradezco mucho la cooperación de las familias implicadas en mi estudio por dedicarme un tiempo a explicarme sus opiniones y situaciones.
Vídeo por Mario André Maketa
¿Redes sociales y educación o redes sociales vs educación?
El desarrollo de este artículo, me ha llevado a plantearme una cuestión más que inicialmente no planteaba. Otra de las principales problemáticas de las redes sociales es el uso que pudiesen darle los niños. Los adolescentes deciden tener sus dispositivos bien cerca a la hora del estudio, abogando que lo utilizan como si fuese su particular atlas. Pero son bien conocedores de que en la palma de su mano tienen todas las distracciones posibles. Esto nos lleva a plantearnos el tiempo de consumo que los niños podrían emplear en actividades lúdicas y no tanto en su educación. Para tratar de hacerme una idea, decidí realizar una encuesta con jóvenes de entre 18-25 años sobre el tiempo que emplean en las redes sociales.
En esta encuesta han participado un total de 166 jóvenes (61 hombres y 105 mujeres) y este fue el resultado:
Encuesta expuesta y realizada por Mario André Maketa

Conclusión
En muchas ocasiones, internet no está hecho para los más pequeños y si no, que se lo pregunten a Kim Kardashian y a su hijo. Pero lanzando un dardo a favor de estas, si se quieren utilizar como medio de documentación o educación (como en este caso) también son muy valiosas. Muchos son los estudiantes o incluso profesionales, que utilizan las redes sociales como herramienta de trabajo y no como un área lúdica. La cuestión no reside en si las redes sociales son buenas o malas, si no en la educación que se propicie en cuanto a ellas. Es una realidad que la tecnología cada vez se integra más en la vida de los más pequeños, por lo que nuestro deber es darles buenos ejemplos tecnológicos.
1 comment
Esta entrada no debió publicarse… No trata de periodismo… aunque lo podría haber integrado. La idea es interesante, pero se sale del marco de AR-A y de la sección de Hiperlocal…